El olor del mar

 

El olor del mar, cuando me siento en el malecón a pensar en todo y en nada, me tranquiliza. El de la bahía, tan contaminada, se me traba en la garganta. Cuando voy por las calles de la Habana Vieja, me pasan ambas cosas. Me preocupo, siento que avanzo demasiado, y hasta me da la impresión que demoraré mucho en encontrar el remedio que estoy buscando. Por lo general pasa algún extranjero por mi lado y ni cuenta se da que huele tan mal –el extranjero.

¿Y La Habana? –dice mi letra de molde tapándose la nariz. Seguir leyendo «El olor del mar»

Making of (21)

 

Era normal, si se quiere ver así. Yo había caminado cerca de dos cuadras y media cuando lo vi por primera vez. Siguió detrás de mí, pero no en mala onda, sino cuidándome. Husmeó en una esquina, orinó y luego me buscó nuevamente entre la gente. Dicen que cuando esas cosas pasan San Lázaro lo protege a uno. La señora no se había levantado todavía, tuve que esperar sentada en el portal, unos veinte minutos más o menos. Luego me registró y me dijo que Seguir leyendo «Making of (21)»

Elogio de la risa

 

Hace algunas noches, entre cervezas y un disco de Van van, anuncié que me compraría un apartamento. Pequeño, pero confortable, piso alto y con vista al mar. “Se te subió el alcohol a la cabeza”, dijo alguien. En realidad me encantaría una casa de los ´50, rematé, con un jardín grande donde hacer esa tertulia delmontina que tanto deseo. Ahí comenzó todo: mis amigos se rieron de mí. Seguir leyendo «Elogio de la risa»

Yo también estuve una noche con Dazra Novak (por: Evelyn Pérez)

[En el año 2007, Evelyn Pérez y yo trabajábamos en el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ella en la biblioteca, yo en la subdirección. Ambas éramos ya egresadas del centro y entre almuerzos, cafés y caminos de regreso a casa comenzó nuestra hermosa amistad, más allá de la relación de trabajo. Una mañana me llama a la oficina y me dice: «Mamita, ¿puedes subir un momento a la biblioteca? Tengo algo muy importante que decirte.» Seguir leyendo «Yo también estuve una noche con Dazra Novak (por: Evelyn Pérez)»

Diapositivas

[No sé si al personaje de este cuento, en 2007, podría catalogarlo como amigo en la vida real, pero era algo bastante parecido a la amistad lo que teníamos. Todavía hoy, a pesar de haber perdido contacto, considero que tiene mucho talento como escritor. En aquel entonces aprendí de él, gracias a los retos que impuso en nuestros breves encuentros y a sus locas y deliciosas ocurrencias, a ser un poco más atrevida, como decimos en Cuba, a tirarme con la guagua andando. Este fue uno de mis primeros textos, publicado en Cubasí, de entre los que más tarde conformarían el volumen Cuerpo Reservado. Ahora que lo pienso… nunca más me lancé al mar de esa manera.] Seguir leyendo «Diapositivas»

Making of (14) Habana, broder, no te me caigas ahora

Bajó despacio, pero con fuerza, como un regalo de los dioses, quizás una reconciliación con la vida misma. Abrió los labios discretamente y exhaló el aliento quemado. Poco a poco su cuerpo se fue relajando, sintió apagarse el rumor de la ciudad a medida que la luz se hizo más rojiza-oscura-adormecida detrás de las nubes y esa calma vasta invadió todo su cuerpo. Nunca se arrepentiría de Seguir leyendo «Making of (14) Habana, broder, no te me caigas ahora»

Los perros

 

El ruido de la noche bajó y se acomodó, perezoso, sobre todas las cosas. Era, lo que se dice, un típico domingo pasadas las nueve de la noche, cuando nadie sabe qué hacer con lo que queda de fin de semana y se la pasa rumiando su ánimo lleno de calambres, de suspiros y yo no fui. Bajó los escalones despacio, calculando cada paso, cada loza, cada gesto de su pierna para dejar caer su cuerpo más abajo, pero en realidad no iba pensando en algo, o quizás sí, pensaba en lo que había dicho mama de los perros cuando aúllan. Seguir leyendo «Los perros»

Breve teoría del rumor en Cuba

 

Dicen que la vecina del doblar está revistiendo la casa con piedra jaimanita porque, después de muchos años de búsqueda, dio con un pariente millonario que vive “afuera”. Otros dicen que en realidad el millonario sí, pero se casó con la hija. Y ayer desmintieron que no, que la llamaron de un banco inglés por una herencia que un pirata del siglo XVII dejó en lingotes de oro para repartir a sus descendientes. Entre ellos, mi vecina querida. Seguir leyendo «Breve teoría del rumor en Cuba»