Es apenas una mancha en medio, de espaldas a nosotros. Delante, el mar furioso. El viento le pega la ropa al cuerpo y uno alcanza a ver el efecto de su hambre con lujo de detalles. Agarra la caña con fuerza, por lo que adivinamos que el hilo debe estar ahí, con su promesa, perdido entre las olas aunque no se vea. No recuerdo si era verano o invierno porque es en blanco y negro y eso tiene su efecto. Un segundo antes de presionar el obturador volteó la cara y por eso ahora vemos su angustia ¿Por qué nos identificamos con él?